Conceptos Básicos
Lo habitual es que un ordenador personal se conecte a Internet a través de otro ordenador que esté físicamente conectado a la red, denominado proveedor.
Para que un proveedor permita un usuario conectarse a Internet debe identificarlo, por lo que éste debe haberse dado de alta con anterioridad. La mayoría de los servidores son comerciales; por lo que cobran una cuota, aunque cada vez son más los que ofrecen sus servicios de forma gratuita.
Cada usuario dispone de un identificador de usuario (login) y una clave de acceso (password) que debe contrastar para permitir su acceso.
Como fácilmente puede deducirse, el número de servidores en Internet es elevadísimo; además, se encuentran repartidos por todo el mundo, por lo que es posible acceder a servidores de muy diversos países ( Suiza, Dinamarca, EEUU, China, Argentina, Australia...) sin tener que realizar ninguna operación especial.
La identificación de cada ordenador se realiza mediante cuatro números separados por puntos, cada uno de los cuales puede tomar un valor comprendido entre 0 y 225; a este número compuesto, característico de cada ordenador, se le denomina dirección IP del servidor.
Pero además de la dirección IP, los ordenadores conectados a Internet pueden identificarse por sus nombres de dominio, que resultan más sencillos de recordar. Estos nombres están formados por varias palabras, separadas por puntos, que indican el nombre del ordenador y los distintos subdominios a los que pertenecen.
En realidad, el protocolo TCP/IP abarca dos diferentes: el protocolo de transmisión TCP ( Transmissión Contol Protocol ) y el propio protocolo de Internet IP (Internet Protocol).